12ª Etapa, A Gudiña - Xunqueira de Ambía

Cruz en el camino (Campobecerros)

Hórreos Gallegos

Rincón del Peregrino (Alberguería)

Xunqueira de Ambía

12ª Etapa, A Gudiña - Xunqueira de Ambía
Día 1 de Julio de 2009
Del km. 838 al 912, total 74 kms.
A la salida de A Gudiña ya empezamos subiendo, casi todo por asfalto si exceptuamos pequeños tramos por caminos forestales, un continuo subir y bajar por la llamada Serra Seca, salpicada de pequeños núcleos de población llamados Vendas (Espiño, Teresa, Capela, Bolaño), desde esta altura podríamos ver un gran embalse, As Portas, pero una intensa niebla nos impide verlo.
En este tramo del camino hay muy poca vegetación producto de los continuos incendios que periódicamente asolan Galicia, aunque hay una vista impresionante, puesto que vamos por caminos por encima de los 1.000 metros, lástima que en algún sector está tapado por la niebla, después de llegar a techo de la etapa (1.100 m.) nos toca hacer un vertiginoso descenso hasta Campobecerros, lo que nos temíamos, después de una bajada nos toca volver a subir, esta parte del camino es muy montañosa, en la cima nos encontramos una gran cruz de madera indicándonos el camino a seguir, volvemos a bajar, un largo y rápido recorrido por una pista en buen estado pero que tenemos que prestar mucha atención, pues en algún tramo existe el peligro de alguna derrapada y hay altos precipicios por los laterales.
Al final del descenso entramos en la población de Laza, en la que hacemos una pequeña parada para aprovisionar algo de comida, nos ponemos de nuevo en camino, al principio un ascenso tranquilo y suave, después de atravesar un par de pequeños pueblos (Soutelo Verde y Tamicelos) viene lo peor, subir el monte Travesa, ya nos habían prevenido, pero no creíamos que fuera para tanto, el principio es duro pero se puede pedalear, lo que viene a continuación ya es imposible, empujar las bicis cargadas por un camino empinado y lleno de piedras, se hace larguísimo, nos lleva mas de una hora llegar arriba, y extenuados llegamos a Albergueria, paramos en un bar llamado el Rincón del Peregrino, lugar muy peculiar, decorado todo su interior con miles de conchas de vieiras por las paredes y techo, todas ellas con los nombres y lugar de procedencia de los peregrinos que han pasado por aquí, dejamos constancia de nuestro paso en una de ellas, un leve ascenso hasta otra gran cruz de madera que marca la cima del monte Talariño (970 m.), otro rápido descenso hasta llegar a un inmenso valle, paramos en la primera localidad que encontramos, Villar de Barrio, es tarde y hora de comer, decidimos hacerlo en una posada de esta bonita población, la señora que la regenta nos dice que es tarde pero accede a prepararnos algo, eso de algo es un decir, nos ponemos las botas (ensalada, macarrones, carne, fruta....).
Tener que volver a pedalear con el estomago lleno es un suplicio, suerte que el camino es llano y discurre por largas e interminables rectas entre cultivos y los típicos hórreos gallegos, por el que avanzamos rápidamente.
Otro ascenso que después de lo recorrido es pan comido, lo mejor viene a continuación, un bonito descenso por un camino trialero, que nos lleva por un paraje con una espesa y tupida vegetación, una gozada, hasta llegar a Xunquira de Ambia, una bonita villa con un antiguo palacio episcopal, nos instalamos en el albergue, como los anteriores nuevo, limpio y bien equipado.
Después de la obligada y relajante ducha, un paseo por el pueblo, unas compras en el supermercado, cenar y a dormir.
Ya se va acercando el final de nuestro peregrinaje.


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